Una subida bastante empinada, y que nos asusto algo cuando se desató la tormenta.
Desde el pueblo, tiene muy buena pinta
En el aparcamiento, los tipicos contenedores anti-osos
No tiene ningun misterio. Todo para arriba
En el alto, se huele la tormenta
Los que llegan, se marchan enseguida
Un vistazo al valle de Canmore
Y para el otro lado
Hacia abajo por el bosque
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